CURACIÓN CON CRISTALES

Los cristales han sido usados durante milenios para curar y dar equilibrio. Funcionan mediante resonancia y vibración. Puedes beneficiarte de los cristales en el tratamiendo de las dolencias comunes(si no lo haces con ayuda de un profesional para cosas más graves), también son remedios eficaces como primera ayuda, especialmente si preparas esencia de gemas. Algunos cristales contienen minerales conocidos por sus propiedades terapéuticas. El cobre, por ejemplo, reduce la hinchazón y la inflamación. La malaquita tiene una alta concentración de cobre que ayuda con las articulaciones y los músculos doloridos. Llevar un brazalete de malaquita permite al cuerpo absorber pequeñas cantidades de cobre exactamente del modo que las absorve cuando llevas un brazalete de cobre. En el antiguo Egipto, la malaquita se molía y su polvo se aplicaba a las heridas para impedir infecciones. Actualmente es un poderoso desintoxicante pero, como es tóxico, sólo debe ser aplicado externamente. Esta propiedad desintoxicante de los cristales tóxicos es parecida al principio homeopático de que lo "similar cura lo similiar". Los cristales ofrecen de manera segura dosis infinitesimales(vibracionales) de algo que, tomado en grandes dosis, sería venenoso. Los cristales se usan en las modernas prácticas médicas por su capacidad piezoeléctica, lo que significa que, comprimiéndolos, se puede producir electricidad y a veces luz. Las máquinas ultrasónicas usan cristales piezoelécticos para producir ondas sonoras. Actualmente, el sonido está siendo aplicado en las operaciones quirúrgicas más vanguardistas. Un rayo de ultrasonido muy enfocado puede cauterizar heridas profundas del cuerpo y romper tumores sin necesidad de recurrir a procedimientos invasivos. Los chamanes y los sanadores estaban familiarizados con estas propiedades cristalinas de enofocar las vibraciones de luz y sonido creando un rayo curativo. Girando una barra de cristal sobre la piel se causa una compresión que dirigue un rayo concentrado hacia el órgano subyacente.

Los antiguos sanadores también sabían que mientras algunos cristales son energetizantes o calmantes, hay otros que simultáneamente sedan el órgano hiperactivo y estimulan el perezoso. Esto es exactamente lo que hace la magnetita con su carga positiva y negativa. Hay cristales que curan con rapidez, aunque pueden provocar un choque curativo, mientras que otros trabajan con mucha más lentitud. Si quieres tratarte el dolor, puedes hacerlo con tus cristales. El dolor puede ser producto de un exceso de energía, de un bloqueo o de una debilidad. Un cristal fresco y calmante, como el lapislázuli o el cuarzo rosa, sedará la energía, mientras que la cornalina la estimulará y el cuarzo catedral será excelente para aliviar el dolor, cualquiera que sea su causa.

Los cristales son excelentes para tratar los dolores de cabeza, pero hay que intentar averigual el motivo de ese dolor, no es lo mismo que esté causado por estrés en cuyo caso usariamos amatista, ámbar o turquesa situados sobre la ceja a que esté causado por la alimentación por ejemplo, que en este caso lo apropiado sería usar una piedra que relaje el estómago como el cuarzo citrino.